Banderas rusas y ambiente festivo en la Plaza Roja de Moscú para conmemorar el primer aniversario de la declaración de anexión de cuatro regiones ucranianas.
Lo cierto es que Rusia no tiene el control total de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, y la guerra continúa, aunque eso no parecía importar este viernes en Moscú.
Durante la ceremonia, el presidente Vladímir Putin pedía a un alto mando del Grupo Wagner que se encargue de reclutar "nuevas unidades de voluntarios" para el combate, honrando además, a su manera, la memoria de los mercenarios caídos.
"Dieron su vida por la patria y se redimieron plenamente", decía al respecto el presidente, que aseguraba que, "por supuesto, haremos todo lo posible para ayudar a sus seres queridos. Sin ninguna duda".
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